Las instituciones que tengas fines Benéficos nuestros talleres son gratuitos, solo se cobra gastos de movilidad y viáticos.
Gracias.
CENTRAL TELEFONICA.- 043-582982 Cel- 944948344
Nex- 148*0778
Email: elmersaldana@gmail.com
Transformando Vidas...! "POR UN MUNDO MEJOR"
Oración para todos los Peruanos
Por: Gastón Acurio
Señor…
Estamos todos aquí este día para que escuches nuestro ruego.
Pero esta vez Señor, no te pediremos por nuestro Perú. Cómo hacerlo?
Como pedírtelo Señor, si a nuestro Perú Tu ya le diste todo. Porque si hubo un lugar en el que Tú decidiste poner todo lo que cualquier ser humano soñaría tener, para alcanzar la prosperidad para él y su comunidad ese fue el Perú. Porque aquí, reuniste Señor todas las riquezas, todas las sangres, todos los climas, todas las oportunidades para que un día este pedazo de la tierra sea el más hermoso de los espacios para vivir.
Llenaste sus montañas de oro, plata y minerales. Pusiste inmensos lagos de gas y petróleo bajo sus selvas, y sobre ellos, arboles, vegetación y naturaleza infinita. Dibujaste ríos que cortan la cordillera cargados de energía, bajando a irradiar desiertos que luego se convertirán en verdes valles. Y nos diste un mar de riqueza infinita, con todos los peces posibles y toda la abundancia posible. Hiciste que vinieran todos los hombres y mujeres del mundo a instalarse en nuestra tierra trayendo consigo lo mejor de sus mundos bajo el brazo. Y vinieron gentes de Europa, de Asia y de África. Todos a asimilarse y mimetizarse con las antiguas culturas del Perú, formando un hermoso y envidiable crisol de culturas único en el mundo, y no contento con ello, nos diste 85 de los 110 climas existentes en el mundo. Casi como imaginando al Perú, como una suerte de muestrario de todo lo bello que el mundo que Tu creaste, tiene para ofrecer.
No querido señor, como podríamos pedirte aun más por esta tierra. Si en ella tú ya lo pusiste todo. Sin embargo, y a pesar de todo lo que nos diste, quienes habitamos en ella, NO lo hemos sabido ni podido aprovechar. No hemos podido darle el destino necesario y justo que Tú soñaste al poner todo ello a nuestro alcance. No hemos podido lograr que toda esa abundancia y generosidad con la que nos bendeciste haya podido alegrar la vida de los hombres y mujeres que hoy pueblan nuestra tierra. E increíblemente, a pesar de todo lo recibido, hoy somos considerados, aunque sea imposible de comprender como un país tercermundista.
Por ello, Señor todopoderoso, estamos aquí para decir y reconocer con humildad que Tú no nos has fallado. Que esta tierra no nos ha fallado. Somos nosotros los que hemos fallado. Por eso, estamos este día Señor, no para pedirte por el Perú sino para pedirte por nosotros. Por todos los que estamos aquí reunidos y por todos aquellos que hoy a diferencia de una gran mayoría de compatriotas si tuvimos la suerte de disfrutarlo todo y de vivirlo todo tal cual tu lo soñaste, para que nos ilumines y nos hagas reconocer y revelar de una vez por todas y para siempre cual es nuestro verdadero rol en este Perú que tan generosamente creaste.
Te pedimos que nos hagas comprender que si nos has dado tanto, en un espacio en donde la mayoría tiene tan poco, es porque hay un mensaje y una misión expresa tuya detrás, que es la de asumir nuestro rol como líderes. Como hombres y mujeres elegidos para conducir a nuestro pueblo y nuestro Perú hacia esa prosperidad que Tú diseñaste y nos encargaste hacer realidad. Te pedimos Señor, que nos des la fuerza para reconocernos como hombres y mujeres de paso en esta larga historia de la humanidad, cuya misión es entregar nuestras vidas al servicio de las generaciones futuras, y en ese sentido, que sepamos comprender que habiéndolo recibido todo ha llegado el momento de darlo todo.
Que finalmente ha llegado la hora que todos demos un paso atrás, renunciando a nuestros sueños más individuales, nuestras aspiraciones materiales más personales, y nos demos la mano para formar un solo grito, una sola voz, un solo camino. Que no es otro, que el que tu siempre soñaste y bendeciste para el Perú:
El camino de la belleza abrazada a la justicia, de la prosperidad iluminada por la equidad, del amor tocándoles la puerta a todos los hombres y mujeres que aquí habitan.
Señor, lo sabemos, la tarea no es fácil. Son tantos años en que hemos fallado. Pero nunca es tarde y lo sabes. Aun estamos a tiempo si es que nos decidimos aquí y ahora todos, cada uno en nuestro campo de acción, a cambiar nuestro destino común para siempre
Lo sabemos Señor, hemos contaminado tus ríos, hemos vaciado tus montañas, hemos talado tus bosques, hemos despreciado nuestras diferencias. Y ello a nada nos ha conducido. Lo sabemos. Nuestros niños en vez de jugar trabajan sin descanso. Nuestros ancianos mueren olvidados en las puertas de viejos hospitales. Nuestros hombres y mujeres no logran conciliar siquiera un sueño digno al ver a sus familias sin un futuro posible. Nuestros poderosos miran con indiferencia el mundo que los rodea.
Entonces Señor, si todo eso lo sabemos y estamos todos aquí para reconocerlo abiertamente, y sobre todo para aceptar que al habernos dado todo, algo mucho más grande esperas de nosotros. Te pedimos Señor que nos des ese último don que nos lleve a acabar para siempre con esta larga historia; y podamos empezar esa nueva historia que siempre quisiste para este paraíso que creaste llamado Perú.
Báñanos por última vez de humildad infinita, de generosidad, de solidaridad, de fortaleza de espíritu, de capacidad de perdón; pero también de inteligencia y astucia para enfrentar a todas las fuerzas del mal que se desplegaran en esta lucha que nos convoca. Señor te pedimos este día por nosotros, los Peruanos que Tu elegiste para esta última gran batalla, prometiéndote darlo todo y entregarlo todo para que un día cuando ya no estemos, quienes aquí habiten, puedan contarle a sus hijos y a sus nietos, que en el Perú se vivieron momentos difíciles, pero que todo eso ya paso. Que finalmente llego al Perú, ese mundo de belleza y justicia que Dios nos entregó y que sus hijos se encargaron de hacerlo florecer.
ORACION POR TODOS LOS PERUANOS
Por: Gastón Acurio
Señor…
Estamos todos aquí este día para que escuches nuestro ruego.
Pero esta vez Señor, no te pediremos por nuestro Perú. Cómo hacerlo?
Como pedírtelo Señor, si a nuestro Perú Tu ya le diste todo. Porque si hubo un lugar en el que Tú decidiste poner todo lo que cualquier ser humano soñaría tener, para alcanzar la prosperidad para él y su comunidad ese fue el Perú. Porque aquí, reuniste Señor todas las riquezas, todas las sangres, todos los climas, todas las oportunidades para que un día este pedazo de la tierra sea el más hermoso de los espacios para vivir.
Llenaste sus montañas de oro, plata y minerales. Pusiste inmensos lagos de gas y petróleo bajo sus selvas, y sobre ellos, arboles, vegetación y naturaleza infinita. Dibujaste ríos que cortan la cordillera cargados de energía, bajando a irradiar desiertos que luego se convertirán en verdes valles. Y nos diste un mar de riqueza infinita, con todos los peces posibles y toda la abundancia posible. Hiciste que vinieran todos los hombres y mujeres del mundo a instalarse en nuestra tierra trayendo consigo lo mejor de sus mundos bajo el brazo. Y vinieron gentes de Europa, de Asia y de África. Todos a asimilarse y mimetizarse con las antiguas culturas del Perú, formando un hermoso y envidiable crisol de culturas único en el mundo, y no contento con ello, nos diste 85 de los 110 climas existentes en el mundo. Casi como imaginando al Perú, como una suerte de muestrario de todo lo bello que el mundo que Tu creaste, tiene para ofrecer.
No querido señor, como podríamos pedirte aun más por esta tierra. Si en ella tú ya lo pusiste todo. Sin embargo, y a pesar de todo lo que nos diste, quienes habitamos en ella, NO lo hemos sabido ni podido aprovechar. No hemos podido darle el destino necesario y justo que Tú soñaste al poner todo ello a nuestro alcance. No hemos podido lograr que toda esa abundancia y generosidad con la que nos bendeciste haya podido alegrar la vida de los hombres y mujeres que hoy pueblan nuestra tierra. E increíblemente, a pesar de todo lo recibido, hoy somos considerados, aunque sea imposible de comprender como un país tercermundista.
Por ello, Señor todopoderoso, estamos aquí para decir y reconocer con humildad que Tú no nos has fallado. Que esta tierra no nos ha fallado. Somos nosotros los que hemos fallado. Por eso, estamos este día Señor, no para pedirte por el Perú sino para pedirte por nosotros. Por todos los que estamos aquí reunidos y por todos aquellos que hoy a diferencia de una gran mayoría de compatriotas si tuvimos la suerte de disfrutarlo todo y de vivirlo todo tal cual tu lo soñaste, para que nos ilumines y nos hagas reconocer y revelar de una vez por todas y para siempre cual es nuestro verdadero rol en este Perú que tan generosamente creaste.
Te pedimos que nos hagas comprender que si nos has dado tanto, en un espacio en donde la mayoría tiene tan poco, es porque hay un mensaje y una misión expresa tuya detrás, que es la de asumir nuestro rol como líderes. Como hombres y mujeres elegidos para conducir a nuestro pueblo y nuestro Perú hacia esa prosperidad que Tú diseñaste y nos encargaste hacer realidad. Te pedimos Señor, que nos des la fuerza para reconocernos como hombres y mujeres de paso en esta larga historia de la humanidad, cuya misión es entregar nuestras vidas al servicio de las generaciones futuras, y en ese sentido, que sepamos comprender que habiéndolo recibido todo ha llegado el momento de darlo todo.
Que finalmente ha llegado la hora que todos demos un paso atrás, renunciando a nuestros sueños más individuales, nuestras aspiraciones materiales más personales, y nos demos la mano para formar un solo grito, una sola voz, un solo camino. Que no es otro, que el que tu siempre soñaste y bendeciste para el Perú:
El camino de la belleza abrazada a la justicia, de la prosperidad iluminada por la equidad, del amor tocándoles la puerta a todos los hombres y mujeres que aquí habitan.
Señor, lo sabemos, la tarea no es fácil. Son tantos años en que hemos fallado. Pero nunca es tarde y lo sabes. Aun estamos a tiempo si es que nos decidimos aquí y ahora todos, cada uno en nuestro campo de acción, a cambiar nuestro destino común para siempre
Lo sabemos Señor, hemos contaminado tus ríos, hemos vaciado tus montañas, hemos talado tus bosques, hemos despreciado nuestras diferencias. Y ello a nada nos ha conducido. Lo sabemos. Nuestros niños en vez de jugar trabajan sin descanso. Nuestros ancianos mueren olvidados en las puertas de viejos hospitales. Nuestros hombres y mujeres no logran conciliar siquiera un sueño digno al ver a sus familias sin un futuro posible. Nuestros poderosos miran con indiferencia el mundo que los rodea.
Entonces Señor, si todo eso lo sabemos y estamos todos aquí para reconocerlo abiertamente, y sobre todo para aceptar que al habernos dado todo, algo mucho más grande esperas de nosotros. Te pedimos Señor que nos des ese último don que nos lleve a acabar para siempre con esta larga historia; y podamos empezar esa nueva historia que siempre quisiste para este paraíso que creaste llamado Perú.
Báñanos por última vez de humildad infinita, de generosidad, de solidaridad, de fortaleza de espíritu, de capacidad de perdón; pero también de inteligencia y astucia para enfrentar a todas las fuerzas del mal que se desplegaran en esta lucha que nos convoca. Señor te pedimos este día por nosotros, los Peruanos que Tu elegiste para esta última gran batalla, prometiéndote darlo todo y entregarlo todo para que un día cuando ya no estemos, quienes aquí habiten, puedan contarle a sus hijos y a sus nietos, que en el Perú se vivieron momentos difíciles, pero que todo eso ya paso. Que finalmente llego al Perú, ese mundo de belleza y justicia que Dios nos entregó y que sus hijos se encargaron de hacerlo florecer.
LA VIDA COMO VALOR
EL VALOR DE LA VIDA COMO PRINCIPIO FUNDAMENTAL. Este interesante y breve ensayo aborda el tema del vivir, una cuestión sobre la que, a pesar de ser la más importante para la gran mayoría de los seres humanos, no solemos reflexionar suficientemente.
'Nutrir la vida. Más allá de la felicidad' es el título de una obra que incide en el concepto de “vida”, como uno de los principios fundamentales que solemos olvidar por las cuestiones cotidianas.
Este ensayo aborda el tema del vivir, una cuestión muy importante sobre la que no solemos reflexionar lo suficiente, por culpa de los quehaceres cotidianos. De hecho, no caemos en la cuenta de que el mayor capital que poseemos es la propia vida y, en consecuencia, no encontramos con facilidad las fórmulas adecuadas para administrarla ni, mucho menos, para aprovecharla extrayendo todo su jugo.
François Jullien, profesor de la Universidad de París y director del Centro del Pensamiento Moderno, nos proporciona una serie de conceptos que pueden servirnos de estímulo para replantearnos algunos de los principios fundamentales que orientan nuestros planteamientos sobre la felicidad.
El punto de partida del autor es la concepción china que señala exactamente cómo vivir. Se trata de buscar un sendero temporal hacia una meta prefijada, como un desarrollo armónico y unitario que desborda los cauces formales establecidos por las normas lógicas.
Según este estudio, que se apoya en el Libro de Zhuangzi, una de las obras principales del pensamiento chino antiguo, penetra en la fisura abierta entre la filosofía oriental y la europea, para poner de manifiesto las fundamentales diferencias que separan estas dos orillas o pensamientos.
LAL/AGENCIAS
Elmer Saldaña C.
Enemigos del éxito
¿Qué te está frenando?
Elmer Saldaña C.
Últimamente parece que los asesores personales y los gurúes del mundo empresarial arman sus estrategias en torno a un pequeño consejo emitido en el siglo vi a.C. por el general chino Sun Tzu en su tratado El arte de la guerra: «Conoce a tu enemigo». Mientras no reconozcamos y comprendamos las actitudes y situaciones que obstaculizan nuestro camino hacia el éxito no sabremos dar los pasos necesarios para superarlas.
Falta de un objetivo claro. Según el empresario y consultor
«Si no sabes a dónde vas, terminarás en otra parte.» Yogi Berra
Falta de un plan. Está muy bien armar castillos en el aire, pero no se cristalizarán sin un plan realista que indique paso por paso cómo edificarlos. Hoy en día contamos con estaciones espaciales, pero no aparecieron de la nada.
Falta de concentración. Varios elementos contribuyen a la falta de concentración, entre ellos la escasa motivación, un ambiente inadecuado de trabajo o las distracciones por asuntos de menor prioridad. Identifica las interferencias y determina cómo neutralizar eficazmente cada una de ellas.
Rigidez. Pocas cosas socavan más la iniciativa y el progreso que apegarse a la forma en que siempre se ha trabajado.
«Diríase que en gran medida el éxito es cuestión de persistir después que otros han abandonado.» William Feather
«Hay un millón de formas de perder un día de trabajo, pero ni una sola de recuperarlo.» Tom de Marco y Timothy Lister